viernes, 11 de enero de 2019
¿Seré, hijo de Dios?
¿Seré, hijo de Dios?
Alguna vez, se ha preguntado si es ¿hijo o hija de Dios? ¡Creo que muchos tienen esa duda! Hace muchos años, recién convertido y haber entregado mi vida a nuestro Señor Jesús: Estaba en la iglesia a donde asistía en ese entonces,¡hace un poco más de treinta años. Estaba limpiando y sacudiendo la iglesia, ya que teníamos un día asignado para limpiarla una vez a la semana; y ese día, me tocó, el privilegio de hacerlo. De repente se me vino la pregunta ¿Seré hijo de Dios? y le oré a Dios y le dije, ¿Señor, yo quiero saber si soy tu hijo?. Inmediatamente escuché una voz muy suave dentro de mí que me dijo: San Juan 1:12. ¡La verdad; yo no sabía nada de la Biblia, ni qué eran esos números, ¡tomé una de las Biblias que estaban en la iglesia! y me puse a buscar; y cuando los encontré y lo leí, ¡¡me quedé sorprendido!! y entró en mí un gozo, que: ¡me puse a brincar de la alegría!, mi cuerpo vibró y me puse a llorar, al sentir la presencia de Dios, ya que cuando leí la cita bíblica me decía lo siguiente:
San Juan 1:12.
12- Mas a todos los que le recibieron, a todos los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; ¡¡Yo lo creí y soy un hijo de Dios!!
¿Cómo se sentiría usted, si recibe una respuesta tan inmediata como esta? Creo que usted sentiría ese gozo y todo lo que yo experimente en ese día, ahí mismo anote la fecha y la hora en la cual recibí la respuesta; tan inmediata, que escuche por primera vez la voz de Dios. ¡Fue algo maravilloso! Y desde ese día hasta hoy me he consagrado a Él, ya que no le quiero fallar.
Si usted tiene esa duda, quiero decirle que si ya recibió a Jesucristo en su corazón y verdaderamente se arrepintió de sus pecados, definitivamente es hijo/a de Dios. Veamos otra cita que le confirma esta decisión tan grande en su vida.
1 de Juan 3:1-2.
1- Mirad cuál amor no ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 2- Amados ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él es.
Espero que desde hoy en adelante, tenga la convicción de ser hijo/a de Dios.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
MCDD. Una iglesia para toda la familia.
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