martes, 23 de octubre de 2018

¡Todo me aburre!



¡Todo me aburre!
     Esta es una expresión muy común, que se escucha en muchas personas. Lo siguiente que puede escuchar es: Esto es una rutina, todo me molesta, lo que hacen los demás le molesta, tampoco esta contento con lo que está haciendo, ni lo que hacen los demás, está intranquila de todo lo que está pasando a su alrededor. Todos estos síntomas son de una enfermedad del alma; y no solo esto, sino que también se pueden contaminar a las demás personas que tienen a  su alrededor.
     Esta enfermedad o contaminación del alma, proviene del pecado escondido. Cuando hay pecados escondidos en el alma, le pueden venir todos estos síntomas, ya que por el pecado escondido, no hay  paz en el alma y esto le produce un desánimo.
Santiago 4:4.
4- ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad con del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Recuerde que a los enemigos de Dios no les va muy bien. Hay pecados que le producirán estos síntomas, como por ejemplo, la murmuración, la rebelión, la desobediencia, no sujeción hacia las autoridades puestas por Dios; los pecados sexuales, fornicación, adulterio, pornografía, avaricia, enemistades, pleitos, contiendas. En general, obras de la carne, que están escondidas dentro del alma y todo esto, produce descontento en el alma; y se refleja en el comportamiento hacia los demás y en su comportamiento diario. Ya sea en el trabajo, en la escuela en el hogar o en la iglesia.
Le puedo dar un ejemplo práctico de estos tiempos: ¡Esto es, como cuando se le mete un virus a su computadora, la computadora ya no trabajara bien: La computadora empezará a trabajar diferente, le saldrán cosas raras en los programas y sistemas, le estará dando error todo el tiempo, ya que está contaminada: Así mismo se contamina nuestra alma, Así como el ejemplo de la computadora, su alma estará infectada o sea con un virus: Llamado ¡pecado escondido!
Por este tipo de pecados, las personas, empiezan a secarse espiritualmente, caen en depresión y si no buscan ayuda espiritual, puede que se aparten cada vez más de Dios y los resultados serán  desastrosos, ya que pueden dejar de creer en Dios y los ministros, ya que no se dejan ayudar y esto es: Como cuando una persona se está ahogando; y cuando les tiran un salvavidas no lo quieren agarran y por su necedad, de no dejarse ayudar, se ahogan, ya que quieren nadar con sus propias fuerzas sin aceptar la ayuda.
Si a usted, le parece que tiene estos síntomas: ¡Este mensaje es para usted! Lo primero que tiene que hacer es pedirle perdón a Dios y lo siguiente es: Pedir ayuda a su pastor, o a un ministro de Dios, que tenga la capacidad de poderlo ayudar; de esa forma y con oración, logrará la sanidad de su alma.
¿Quiere sentir ese gozo que tenía antes? Pida ayuda, sea obediente y obtendrá,  la respuesta. Deje todo pecado escondido y obtendrá la victoria.
Bendiciones.
Pastor Luis Molina.
MCDD? Una iglesia para toda la familia.











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