miércoles, 10 de octubre de 2018

La debilidad.



La debilidad.
     En la vida de todos los seres humanos, hay momentos que pasamos por debilidades, y cuando eso está pasando, la mejor medicina para poder vencer, es: Orar a Dios para que nos de fortaleza y poder pasar esos momentos críticos y peligrosos, en los cuales podemos caer y hundirse, como un barco que se va a la deriva.
     Cuando nos encontramos débiles, física, mental y espiritual, podemos caer y no poder seguir caminando. En esos momentos necesitamos mucha ayuda, para podernos levantar, porque si nos nos levantamos, nuestro enemigo nos tratará de impedir que nos levantemos; para  hundirnos más y más.
Veamos qué nos dicen las Sagradas Escrituras cuando estamos débiles.
San Mateo 11:28.
28- Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29- Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
Isaías 40:29.
29- El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna, (O sea al débil)
30- Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; 31- pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
     Por eso es importante venir delante de la presencia de Dios, para que nos dé nuevas fuerzas y ya no seamos débiles, ya que el enemigo anda como león rugiente, viendo a quien devorar.
1 de Pedro 5:8.
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.
Para concluir: Si hoy se siente débil, sin ganas de hacer nada, especialmente si está trabajando en la obra de Dios: Doble sus rodillas delante de Dios, y pida que el enemigo, sea apartado de usted, para que no lo derribe: Nosotros fuimos llamados para vencer y no para perder, ya que somos ganadores y más que vencedores en el nombre de Jesús.
Pida ayuda a Dios y pida personas que le ayuden a completar la obra que ya empezó en usted.     
     Recuerde que Él ya venció en la cruz del calvario, entregando su vida por usted y por mi, siga adelante y échele ganas para trabajar en las cosas de Dios.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
"MCDD" Una iglesia para toda la familia.

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