viernes, 12 de octubre de 2018
Bendición o maldición.
Bendición o maldición.
Si alguien le pregunta: ¿Qué quiere para su vida; Bendición o maldición? le aseguro que le responderán ¡Bendición? El problema de muchas personas en la vida: Es que se concentran más en las maldiciones que en las bendiciones.
Ponga atención a las palabras que confiesa sobre su vida todos los días al levantarse y después al verse al espejo. No en todos los casos, ni en todas las personas: Pero muchos se fijan más en los problemas, que en todas las bendiciones que tienen a su alrededor. Por ejemplo: Algunos al despertar, expresan lo siguiente: ¡¡Hay que aburrido tener que levantarse e ir a trabajar!! en lugar de decir ¡¡Gracias Dios mío por el nuevo día, por la salud, por mi familia y por el trabajo que me has dado!! Ya que sin la ayuda de Dios: No hubieran despertado y mucho menos tener un trabajo que es lo que nos ayuda y nos sustenta en nuestras necesidades de todos los días. Otros ni siquiera amanecieron, otros les ha quitado el trabajo o les han disminuido su salario. Toda palabra negativa que hablamos y confesamos, en contra de nosotros mismos, ¡Son maldiciones diarias, que confesamos sobre nuestra vida! Así mismo pasa entre cónyuges, en lugar de confesar bendición del uno para el otro, siempre nos estamos quejando de como es el o ella o que por qué él o ella trabajan menos o no hacen mucho más de lo que nosotros hacemos, no nos damos cuenta de que muchos desean tener una pareja, como la que nosotros tenemos. Otras palabras que mencionamos o confesamos sobre nuestros hijos o nuestros cónyuges son ¡Tu no puedes hacer nada! ¡eres un tonto/a! ¡No sirves para nada! ¡Eres igual de haragán que tu padre o tu madre! Etc. Todo ese tipo de palabras no edifican en absoluto, al contrario son tipo de maldiciones sobre nuestros seres queridos. Empiece a cambiar su forma de hablarle a sus seres queridos. ¡¡Confiese sobre ellos palabra de bendición y no de maldición!!, ¡Palabra de sanidad y no de enfermedad! ¡Palabra de vida y no de muerte! ¡Palabra de prosperidad y no de pobreza! ¡palabra de éxito y no de derrota! Recuerde lo que está escrito en la palabra de Dios. Que la vida y de la muerte está en el poder de la lengua Proverbios 18:21.
La carta a Santiago 3:6- Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.
Santiago 3:9- Con ella bendecimos a Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. 10- De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
Espero en Dios, abstenernos de usar nuestra lengua para maldecir a nuestros familiares y a nuestro prójimo, ya que lo que no querremos que los hombres hagan con nosotros, nosotros lo hagamos para otros. ¡¡Recuerde: Bendición y no maldición!!.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
MCDD? Una iglesia para toda la familia.
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