martes, 30 de octubre de 2018

¿Qué aprendió el día de ayer?



¿Qué aprendió el día de ayer?
     En la vida de todo hombre y toda mujer, nos encontramos, en un camino, en el cual, tenemos que aprender muchas cosas todos los días. Por ejemplo: Antes de poder correr, tenemos que aprender a caminar y antes de caminar tendremos que aprender a gatear, o sea aprender a caminar con nuestras rodillas, apoyados con nuestras manos. En esta situación, no es necesario recibir una clase en una escuela : Esto es un instinto del ser humano que Dios ha puesto en todos; hasta en los animales. Además antes de hablar, tendremos que aprender a emitir sonidos con nuestra garganta y luego a decir palabras que nos enseñaran nuestros padres que son los primeros maestros; dependiendo el idioma que sus padres hablen, ese será el idioma que aprenderá.
     Vemos que la vida es un camino lleno de aprendizaje, en la cual cuando usted ya aprendió, no querrá repetir, el mismo error una y otra vez, todos los días. O sea que si aprendió bien podrá pasar a la siguiente clase de la vida etc.
     El punto que hoy quiero marcar es el siguiente: Como humanos muchas veces cometemos errores todos los días y esto es natural en todos: Ya que el errar es de humanos, el único que no comete errores es Dios, porque Él es amor.
1 de Corintios 13:4-7.
El amor es paciente, es bondadoso, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no es jactancioso, no es arrogante; 5- no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido, 6- no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad, 7- todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
     El Problema que tiene el hombre natural, es que no conoce a Dios y cuando no se conoce a Dios, cometeremos errores tras errores, pero cuando ya conocemos a Dios, estaremos dispuestos a corregir los errores que hemos cometido y para poder seguir caminando, como Dios quiere, ya que cuando hemos aprendido, no nos toparemos dos veces con la misma piedra.
     En las Sagradas escrituras hay una parte que menciona que los perros regresan y se comen su mismo vómito, pero el hombre no tiene que ser así, ya que tenemos que reconocer nuestros errores los cuales hayamos cometido, porque si no lo hacemos venimos a ser como los necios y cometer la misma acción que hacen los perros.
Proverbios 26:11.
11- Como perro que vuelve a su vómito. Así es el necio que repite su necedad.
2 de Pedro 2:22.
22- Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno (en el lodo).
     Creo que la sabiduría de Dios, nos ha sido dejada para que de ella aprendamos, así es que lo que más nos conviene es: Aprender y hacer lo que se nos ha dejado escrito; para que aprendamos a vivir mejor y ya no ser los necios que nos topamos una y otra vez con la misma piedra.
Recuerde que como humanos estamos expuestos a cometer errores, pero no cometamos el mismo error una y otra vez, ¡Lo que aprendió ayer no lo olvide! Para no toparse con los mismos problemas y cometer el mismo error una y otra vez.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
MCDD. Una iglesia para toda la familia.

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