miércoles, 22 de marzo de 2017

“El juzgar por las apariencias”




¿Le ha pasado alguna vez, que ha juzgado a alguien por su forma de vestir o simplemente por su aspecto?
Si no le ha pasado lo felicito, y si ya le pasó alguna vez no es el primero, veamos que dicen las Sagradas escrituras, ¿Está bien o está mal?
Santiago 2:1-
1 Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. 2 Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, 3 y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; 4¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos? 5 Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? 6 Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? 7¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?.


El libro de Santiago fue escrito aproximadamente en el año 60 después de Cristo, o sea que esto de hacer acepción de personas es un mal que viene desde miles de años atrás.
A mi me pasó hace algunos años atrás y aprendí mi lección; desde ese entonces he tenido más cuidado. A no juzgar a los demás por su forma de vestir o de hablar.
¡¡Después de uno de mis viajes!!, encontré que mi vehículo estaba manchado con polvo de pintura en la parte delantera y también el vidrio de enfrente; Un poco molesto, busque un lugar para poder limpiarlo, la molestia era porque mi automóvil era nuevo de ese mismo año. ¡¡Lo estaba limpiando!!, cuando se me acercó un hombre, con aspecto de campesino, usaba unas botas de hule que le llegaban a las rodillas, y su ropa muy humilde; ¡¡ mi aspecto era como de un empresario o un ejecutivo, de traje azul y con corbata!!. Aquel hombre humilde, empezó a decirme que me felicitaba por tener un automóvil nuevo y muy bonito. Arrogantemente le dije, ¡¡que si es del año y el precio es más de $5,000 dólares!!, además, que estaba molesto porque alguien me lo había salpicado con pintura, ¡imagínese!   solo he dado las cuotas de 3 meses y que me faltaban más de cuatro años para terminarlo de pagar. ¡Luego me atreví a preguntarle, ¿qué es lo que el estaba haciendo en aquel lugar?, porque por un momento pensé que me llegaba a pedir que le regalara dinero; como suele suceder en mi país, ¡¡Ahí estuvo mi gran lección!!, después de que aquel hombre con aspecto muy humilde, me explico, que estaba esperando a sus hijos porque acababa de comprar 3 camiones para transportar el ganado de su finca y que los había comprado baratos a $10,000 dólares cada uno, y que los había pagado cash, ya que no le gustaban las deudas. ¡¡Si usted sabe sumar eran $30,000 dólares!!. Por un momento pensé y a mi me faltan más de cuatro años para terminar de pagar mi auto nuevo, wow.  No me quedo otra mas que decirle: ¡Lo felicito por su compra!, luego cortésmente me invitó a su finca para cenar porque habían matado un novillo para celebrar la compra de sus tres camiones nuevos. ¡¡Wow, vaya que aprendí mi lección!!.
Espero en Dios, que si usted es de los que hacen acepción de personas,  ya no lo haga, ya que la ropa o las joyas no lo hacen más o lo hacen menos delante de la presencia de Dios. Por eso nos dicen las sagradas escrituras que aprendamos a ser mansos y humildes.
Mateo 11:29
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;.


Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
“MCDD” Una iglesia para toda la familia.

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