Hablando de infidelidad en los matrimonios no se si ha escuchado esta frase tan común, ¡¡pero si yo trabajo y trabajo!! ¿no se porque me fue infiel?.
Esta expresión es muy común entre hombres y mujeres, especialmente cuando hay una infidelidad.
Veamos que dicen las sagradas escrituras al respecto.
1 de Corintios 7:1-5.
1En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer;
2 pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. 3El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. 4La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 5No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
Además de las fornicaciones, también vienen los adulterios, a raíz de esto vienen los divorcios y la desintegración familiar, que hoy en día es algo tan común en la sociedad.
Vemos en los versículos anteriores una de las causas principales, que cuando el hombre o la mujer se le niegan sexualmente el uno al otro; la Biblia es muy clara en este pasaje cuando habla que el único momento que se puede negar a su cónyuge es por causa de la oración, pero también aclara que por un tiempo, con mutuo consentimiento, y luego que se junten, para que no os tiente satanás, por causa de la incontinencia.
Hay muchas excusas que se usan para negarse mutuamente, y la expresión más común entre las mujeres, es que les duele la cabeza y entre los hombres que están cansados por tanto trabajo. Creo que son excusas muy baratas para que un matrimonio y una familia se desintegre. Como parejas que se aman, es bueno tomarse un tiempo para conversar y aclarar que pueden hacer para resolver esto o aquello, cualquier situación que esté pasando entre el matrimonio; es bueno conversar y no dejar que esto los siga afectando mutuamente, si a ella le duele la cabeza, dele de regalo alguna aspirina y si es a el dejarlo que descanse por un rato y luego, tomar su responsabilidad como esposos que se aman y que aman a Dios.
Hay muchas excusas que usan las parejas. La recomendación, sea cualquiera que fuese la causa de negarse el uno al otro. ¡¡si quiere conservar su matrimonio, y la familia integrada!! Ore a Dios y resuelvan sus problemas más comunes, si no pueden, pidan ayuda o consejería; para eso Dios ha puesto consejeros, hombres y mujeres de Dios que también les pueden ayudar.
Este tema no se puede resolver a la ligera; es un tema muy serio, pero si ustedes como parejas quieren resolverlo, hay soluciones, recuerde que nada es imposible para Dios.
Espero en Dios esto le ayude si usted está pasando por algo similar. ¡¡No se nieguen el uno al otro!!
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
“MCDD” Una iglesia para toda la familia.
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