lunes, 26 de noviembre de 2018

Navegando en la tormenta.






Navegando en la tormenta.
     En la vida, hay muchas formas de transporte para llegar de un punto a otro. Aire, mar y tierra, La primera forma de moverse es caminando, la segunda forma de transporte puede ser montado en un animal, en una barca o un avión. En el tiempo de Jesús, sobre una bestia, y en los ríos o los mares por medio de una barca, ya que no existían los aviones como hoy en día.
     Hoy quiero hablar sobre la transportación marítima; que era uno de los medios que usaba Jesús y sus discípulos. y vemos el pasaje cuando Jesús se transportaba por el mar.
Mateo 8 :23-24.
23- Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. 24- Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. 
     A manera de exposición: Nosotros en la vida, tenemos que pasar por tormentas en las cuales, sentimos que nuestra barca se hunde; sintiéndonos llenos de temor sin obtener ni ver nuestro auxilio por ninguna parte; así como les pasó a los discípulos de Jesús, cuando se encontraban en medio de la gran tormenta. No se si usted ha estado en una barca cuando está en medio de una tormenta pero lo que se siente es que la barca se hunde y vamos a perecer, ya que los movimiento son tan fuertes que se piensa que nunca vamos a salir de ella.
     Exactamente así les pasó a los discípulos cuando estaban en medio de la tormenta, con la ventaja, que recordaron, que Jesús estaba en la barca y se pusieron de acuerdo para hablarle para que los salvara.
Mateo 8:25-26
25- Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! 26- El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. 
     En este pasaje vemos que cuando sintieron que se hundían; en primer lugar se pusieron de acuerdo para pedirle a Jesús que los salvara. Jesús les dijo ¿Porque teméis hombres de poca fe? Entonces, se paró y reprendió a los vientos y al mar y se hizo grande bonanza.
     Así mismo nos pasa a muchos de nosotros: Miramos la tormenta y no vemos la salvación, que viaja con nosotros. Si Jesús está en su barca, ¡No tema! porque Jesús va a calmar la tempestad y salvará su barca en medio de la tormenta.
     No olvidemos pues: Que si Jesús está en nuestra barca, El calmará nuestra tormenta; cualquier tormenta por la cual usted esté pasando en este momento; ¡si en caso tiene miedo, recuerde que no debe perder la fe y confiar que: ¡¡Jesús lo salvará de la tormenta!! A veces es necesario que pasemos este tipo de tormentas, porque nuestro Señor, quiere que aprendamos a confiar en Él y que para Él, no hay nada imposible.
Si Jesús está en nuestra barca, navega seguro que cualquier cosa que pase Jesús nos salvará.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
MCDD? Una iglesia para toda la familia. 

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