Sacrificio que agrada a Dios.

Sacrificio que agrada a Dios.
     ¿Cuál es el sacrificio, que agrada a Dios?. Si ha leído las Sagradas Escrituras, sabrá que en el antiguo testamento, se presentaban sacrificios de ovejas, corderos, bueyes etc. Uno de los ejemplos es cuando Salomón termina el templo dedicado a Dios, sacrificó veintidós mil bueyes.
2 de Crónicas 7:4-5.
4- Entonces el rey y todo el pueblo ofrecieron sacrificios en presencia del Señor. 5-El rey Salomón ofreció veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así fue como el rey y todo el pueblo dedicaron el templo de Dios.
     Dios se cansó de tanto sacrificio de animales, ya que se presentaban con sacrificios de animales, pero ellos seguían en sus iniquidades y pecando; posiblemente pensaban en pecar y también en el animal que iban a sacrificar, por el pecado que estaban por cometer.  O sea, se volvió un intercambio de animales por pecado, ya que en ese tiempo los sacrificios eran para cubrir el pecado, no para limpiar el pecado.
Isaías 1:11.
1- ¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.
Como pueblo de Dios, el mejor sacrificio que podemos presentar delante de Dios es la obediencia como les dijo en el libro de  Samuel.
1 de Samuel 15:22.
22- Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto de los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.
     Actualmente, los mejores sacrificios que podemos presentar a Dios es el de obediencia. 
Hebreos, 13:15.
15- Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.
O sea que en lugar de tanto sacrificio y promesas que le hacemos a Dios, es mejor lo que dice en Hebreos 13:15, Alabanza y fruto de labios, que seamos obedientes a su palabra, ya que a Dios le agrada más nuestra obediencia, dejar de pecar y que le alabemos, le adoremos, como e El le gusta, en espíritu y en verdad.
Seamos obedientes y juntos no nos cansemos de alabar y adorar a Dios.
Bendiciones.
Pastor Luis Molina.
"MCDD" Una iglesia para toda la familia.