“Enemigos del hombre y la mujer”

    ¿Sabía usted que, hay enemigos que son comunes?, tanto para la mujer como para el hombre, ¡no importando la edad!.

Estos enemigos, son muy silenciosos, pero causan grandes problemas en todo ser humano, El enemigo número uno es: la falta de amor, ya que el que no ama no ha conocido a Dios.

1 de Juan 4:8.

8- El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

    Sin Dios, no podemos hacer nada, sin el amor de Dios no tendremos entrada al reino de Dios. Segundo enemigo, es La falta de perdón, ya que sin perdón, habrá resentimiento en el corazón, esto no le dejará, perseverar en su camino y definitivamente tampoco, podrá entrar. Otro enemigo, es el pecado, ya que ningún pecador puede entrar al reino de Dios. Le enumerare algunos otros, para que usted pueda ver, lo que le conviene hacer y lo que no le conviene.

Apocalipsis 21:8

8- Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y los hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

    Además, no tendrán entrada, todos aquellos que practican, las obras de la carne, así lo dice el libro de:

Gálatas 5:16-17.

16- Digo, pues; Andad en el Espíritu, y nos satisfagáis los deseos de la carne. 17- Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.

    Por si no lo sabe, las obras de la carne, están mencionadas en este mismo libro de Gálatas capítulo cinco.

Gálatas 5:19-21.

19- Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia,

lascivia, 20- idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21- envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

    Dios, nos tiene que recordar, una y otra vez, para perseverar y dejar de hacer todo lo malo; que, ¡en nada beneficia al hombre o a la mujer!.

Lo que más conviene es: Arrepentirse, apartarse de lo malo, perseverar hasta el fin, así poder alcanzar la corona de la vida eterna.

Bendiciones.

Pastor, Luis Molina.

“MCDD” Una iglesia para toda la familia.