miércoles, 29 de noviembre de 2017

¡El pan nuestro de cada día!


    Es la oración que estableció nuestro Señor Jesucristo, cuando los discípulos le preguntaron que les enseñara a orar. ¿Usted ya aprendió a orar?. Observe que la enseñanza empieza, desde el versículo 5.
Mateo 6:5-13.
5- Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto o digo que ya tienen su recompensa. 6- Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
   Vemos que el orden lleva una secuencia, que a veces se puede pasar por alto:
a- No ser como los hipócritas, para no ser vistos. b- Entrar en el aposento. c- A puerta cerrada, ya que Dios ve en lo secreto. d - Dios recompensará en público.
Luego en el versículo 7 dice:
7- Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. 8- No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre, sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
    Creo que, no tenemos que hablar como loros, ya que los loros, repiten las cosas sin saber lo que están diciendo o sea, sin ningún sentido; se ve muy claro que no es por el repetir y repetir lo mismo, que vamos a recibir, ya que nuestro Padre sabe todas nuestras necesidades. Luego para completar la enseñanza, les dice:
9- Vosotros, pues, orareis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10- Venga tu reino. Hágase tu voluntad como en el cielo, así también en la tierra.
    Vea qué petición más linda, ya que la voluntad del Padre en el cielo, es lo mejor, ya que allá en el cielo, no hay enfermedad, no hay deudas, no hay llanto, no hay dolor, ni tiene que pagar renta, ni estar presionado por un jefe que lo quiere esclavizar, tampoco tiene que marcar tarjeta, ni hay ladrones, ni malos gobernantes. En el cielo está, todo lo mejor, por eso es la petición de que se haga aquí en la tierra como en el cielo. Luego viene todo lo referente a la tierra,
11- El pan nuestro de cada día dánoslo hoy. 12- Perdona nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13- Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
    Espero que esto le ayude para mejorar su oración diaria, recuerde que orar en realidad es una conversación con Dios, acerquémonos a El todos los días, más para adorarle, que para pedirle, lo mismo y lo mismo, adore a Dios y pida con fe, que pronto lo recibirá.


Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.

“MCDD” Una iglesia para toda la familia.

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