viernes, 29 de septiembre de 2017

¡Diga no al pecado!


    Por causa de la ignorancia, muchas personas, estan destinadas a la muerte eterna, pero hay otro grupo, a las cuales se les han abierto los ojos, las cuales han sido libradas y gozarán de la vida eterna, ¿En cual  grupo le gustaría estar?. Usted tiene en sus manos, la libertad de decidir, entre la vida eterna o la muerte eterna.
    Dicen las sagradas escrituras, que el pueblo perece por falta de conocimiento, veamos y usted decidirá lo que más le conviene.
Oseas 4:1-3.
1- Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová contiende con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra.
2- Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden. 3- Por lo cual se enlutará la tierra, y se extenuará todo morador de ella, con las bestias del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar morirán.
    Vemos que Dios está mandando un mensaje a todos los moradores de la tierra, ¿Usted y yo somos moradores de la tierra verdad?, O sea que ese mensaje es para todos. Además marca los pecados que están conduciendo a la muerte. Luego en los versículos 6 y 7 dice:
Oseas 4:6-7
6- Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. 7- Conforme a su grandeza, así pecaron contra mí; también yo cambiaré su honra en afrenta.
    Dios por medio de su palabra nos instruye, para que no perezcamos; El problema es que muchos quieren ignorar lo que nos está hablando. Está en usted, vivir o morir eternamente,  para que no muramos eternamente, Dios mandó a su hijo Jesucristo, para que, por medio del sacrificio que hizo en la cruz, todos sin excepción seamos salvos, así nos dice en:
Juan 3:16.
16- Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17- Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18- El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19- Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
    Aquí, está la instrucción que Dios, nos ha dejado para que el pueblo no perezca por falta de conocimiento. Posiblemente usted, ya tenga este conocimiento, pero hay otros que aún no lo tienen. Por favor, pase la voz a otras personas, para que obtengan este conocimiento y la salvación eterna de sus almas.


Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.

“MCDD” Una iglesia para toda la familia.

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