viernes, 26 de mayo de 2017

¡¡¡ Sálvame, me ahogo !!!



¿Alguna vez en su vida ha sentido que se ahoga sin necesidad de estar dentro del agua, o dentro del mar?
Posiblemente, sí lo ha sentido, especialmente, cuando le dan alguna mala noticia, de algún ser querido que marchó y no lo volveremos a ver en la tierra, en especial, un hijo, hija, a su mamá o a su papá.  Es tanto el dolor, que se siente ahogar del gran dolor y  la angustia; creo que nadie le desea ese dolor a nadie.
Sabía que Jesús también sintió ese dolor?, ¿Como?  ¡¡¡ si Jesús es Dios !!!, sí, pero lo sintió, ya que el vino en forma de hombre y tuvo padecimientos,  como a cualquier persona aquí en la tierra.
Lucas 22:41-44
41 Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,
42  diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. 43Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. 44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.

Jesús tuvo que pasar ese dolor para cumplir la voluntad del Padre, aunque su dolor era tan grande, pero fue necesario pasar por esa gran angustia.
Gracias a Dios que usted no ha sudado como gotas de sangre, Jesús siguió adelante confiando en el Padre, que esto pasaría pronto y tendría una gran victoria, el resultado se muestra más adelante, cuando dice ¡¡ consumado es !! y entregó su vida por toda la humanidad.
Así mismo cuando alguien está a punto de la muerte, también se tiene esa sensación de ahogarse, como le pasó a Pedro, cuando por obediencia quiso caminar sobre el agua así como Jesús.
Mateo 14:28-31
28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. 29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. 30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! 31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
Vemos que Pedro, clamó y Jesús  extendió su mano para salvarlo, ese momento de angustia, fue tan grande que Pedro, sentía ahogarse. Lo bueno es que Pedro, creyó en Jesús y el resultado fue: Jesús lo rescató y no se ahogó.
Si usted está pasando por un momento de angustia y dolor, sintiendo que se ahoga,  le quiero animar en el poderoso nombre de Jesús.  Ponga su confianza y su mirada en Jesús; ya que cuando El nos ve en angustia o en dolor, no nos dejará;  confiemos en El, como lo hizo  Pedro.
Confíe en Jesús, El extenderá su mano de amor y misericordia para rescatarlo y sacarlo, de esa angustia, por la cual está pasando. Crea que Jesús lo va a sacar, no se dé por vencido: Jesús les dijo a sus discípulos: ¡¡ Tened ánimo !! Así mismo le dice en este día, tenga ánimo y pronto verá la victoria.

Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.

“MCDD” Una iglesia para toda la familia.

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