jueves, 19 de mayo de 2016

El rechazo.



Alguna vez te has sentido rechazado por las personas, por tu esposa, por tu esposo, por la sociedad en tu trabajo o en cualquier lugar?

Esto del rechazo es muy común en todo el mundo, muchos alguna vez nos hemos sentido rechazado.

Mira como el Señor Jesús fuer rechazado por la Gente.

Isaías 53:3.
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
En el libro de Lucas 13:34 también vemos el rechazo a Jesús.

Lucas 13:34.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!

Nosotros mismos también rechazábamos la salvación, Mateo 21:42.

Mateo 21:42.
Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, Ha venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos?

Que podemos esperar nosotros como personas ¡si a Jesús también lo rechazaron!,
¿que esperaremos nosotros?.

Es doloroso sentirse rechazado, pero recordemos que Dios nos puede sanar ese dolor, la mejor medicina para esta situación, es de ir a los pies de Jesús y clamar por aquellos que nos rechazan, perdonarlos, además pedirle a Dios que los perdona y que ese rechazo, quede clavado en la cruz junto con todos nuestros pecados y los pecados de los demás.

Jesús no nos va a rechazar; Si alguna vez nos hemos sentido rechazados, es para que nosotros como humanos, no rechacemos a otros, ya que si hemos sentido este desprecio, no hagamos nosotros lo mismo con otros.

Personalmente he visto como muchos se lamentan de ser rechazados, pero ellos mismos también rechazan a los demás, y esto no debe ser así, por ejemplo cuando venimos a este país, nos sentimos desubicados y rechazados, pero cuando los extranjeros llegan a nuestros países, también hay rechazo para ellos, ya sea por X,Y o Z, sea por la raza color o por cualquier cosa; entonces tenemos que trabajar primeramente en nosotros de no rechazar a los demás para que como un búmeran, vuelva a nosotros y nos pase lo mismo, que nos rechazan; he aquí la importancia de entender a los rechazados y no rechazar nosotros tampoco a los demás.

Bendiciones.
Apóstol y Pastor Luis Molina.

“MCDD” Una iglesia para toda la familia.

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