¿Se ha encontrado con personas inconformes?, ¡Todo les molesta,! inconformes todo el tiempo, intranquilos, todo les cae mal, nunca están satisfechos con lo que tienen ni el lugar donde están. El libro de hebreos nos habla acerca de la inconformidad.
Hebreos 13:5-6.
15- Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, 6- de manera que podamos decir confiadamente: El señor es mi ayudador; no temeré Lo que pueda hacer el hombre.
Hay algo, con lo cual tenemos que tener cuidado acerca de la inconformidad; ya que nos puede llevar al pecado. Si vemos en el libro de Génesis, Dios puso a Adán y Eva en el huerto del Edén, un lugar que no les hacía falta nada, absolutamente nada, más sin embargo su inconformidad los llevó al pecado de desobediencia, al comer del fruto que Dios les había dicho que no comieran.
Otro ejemplo es el del pueblo de Israel: Dios los había sacado de la esclavitud; pero empezaron a murmurar contra Moisés; inconformes de todo lo que les pasaba, anhelaban regresar a Egipto inconformes con la necesidad de agua y de comida; ellos protestaban de todo, sin ver la mano de Dios que los liberó de la esclavitud.
A muchas personas les pasa lo mismo que les pasó al pueblo de Israel, nunca están conformes con lo que Dios les ha dado y en donde los tienen. El apóstol Pablo habla de lo mismo comparando al cuerpo humano con el cuerpo de Cristo, que somos nosotros.
1 Corintios 12 :14
14- Además el cuerpo no es un solo miembro sino muchos. 15- Si dijere el pie: Porque soy mano, no soy del cuerpo, ¿Por eso no será del cuerpo? 16- Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, nos soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 17 si todo el cuerpo fuese ojo, ¿Dónde estaría el oído? si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?. Luego en el versículo 21 dice: 21- Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
Eso pasa con muchas de las personas inconformes en la obra de Dios, nunca están contentas, donde Dios las tiene y te todo protestan, nunca están conformes con nada y todo les molesta; empiezan a Juzgar desde el Pastor a los líderes y hasta los miembros del cuerpo de Cristo; como menciona el Apóstol Pablo.
Este tipo de personas, empiezan a desanimarse, cayendo en pecado de la murmuración. Esto los lleva a secarse espiritualmente, luego contaminan a sus familiares y a los demás miembros de las congregaciones, ellos pueden llegar a formar una división, que también es pecado; por esta causa muchas congregaciones son afectadas, ya que eso es lo que están buscando los enemigos de la obra de Dios. Este tipo de personas, necesitan arrepentirse, pedirle perdón a Dios y nacer de nuevo, además leer las escrituras y empezar a ser hacedores de la palabra y no ser jueces dentro del cuerpo de Cristo. Si usted conoce alguien así, puede hablarle para que recapacite, porque a la larga, además de hacerle daño al cuerpo de Cristo, ellos mismos se condenan hundiéndose cada vez más en pecado, sin ninguna necesidad. Recordemos, El Señor nos ha llamado a paz y no a contienda.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
"MCDD" Una iglesia para toda la familia.
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