viernes, 16 de marzo de 2018

¡¡Estoy lleno de defectos!!


¡¡Estoy lleno de defectos!!
     Es usted de las personas que dice dentro de usted. ¡¡Estoy lleno de defectos!! o es de las personas que dice ¡¡Estos están llenos de defectos!!.
     Si es del primer grupo, lo felicito ya que no es el primero y si es del segundo grupo, le quiero decir que el único que no tiene defectos ni sombra de variación es Dios.
     Si usted está lleno de defectos, le tengo muy buenas noticias, ya que de acuerdo a las Sagradas Escrituras, Dios lo va a cambiar si usted es obediente y se deja hacer los cambios que necesita en su vida. Así como pasó en el Principio, ¡la tierra estaba desordenada y vacía! vino Dios con su bendita misericordia la arreglo y la dejó bella, así como Él quería dejarla, ya que en cada cosa que termino dijo ¡¡Y vio Dios que era bueno !! o sea que las cosas que hizo las hizo perfectas conforme a lo que el quiso. La voluntad de nuestro Padre es que mejoremos en todo y el que empezó la obra en usted, Él la terminará.
Filipenses 1:6.
6- estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
     A diferencia del publicano y el  fariseo, Dios cambiará al que se quiera cambiar: No como a los fariseos, que están llenos de religión, equivocación en su corazón y no están dispuestos a querer cambiar.
Lucas 18:9-14
9- A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola. 10- Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. 11- El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios te doy gracias porque no soy como los otros hombre, ladrones injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 12- ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. 13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. 14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
     No cabe duda que el publicano se ganó el corazón de Dios por su humildad y reconocer su condición de pecador: No como el fariseo, que según él estaba bien porque cumplía con su religión, pero a la hora de la hora, lo que Dios ve es como está el corazón de los hombres, delante de su presencia: Si hay humildad o altivez. Dios es grande y misericordioso, Él nos puede hacer cambiar si nos dejamos; ahora bien, esto no quiere decir que usted, se justifique pecando deliberadamente, a cada instante y después se arrepiente, como que Dios es un juego. ¡¡No caigamos como los fariseos!!, señalando a los demás, asumiendo que somos mejores que los otros. Si está lleno de defectos, Dios lo puede cambiar.

Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
"MCDD" Una iglesia para toda la familia.

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