¿Está familiarizado con esta expresión, o lo ha expresado usted alguna vez?, si lo ha escuchado o dicho, hoy aprenderá algo que no sabía y si ya lo sabia gloria a Dios.
Al hablar de este tema, quiero recordarle, el poder que tiene la palabra que usted expresa sobre su vida y para otros.
Cuando usted tiene alguna cosa que le pertenece; usa la expresión “Mi” o “Mío”, por ejemplo “Mi carro, mi casa, mi comida, mi ropa, mi trabajo, Etc. Etc. O sea que todas las cosas las cuales le pertenecen tienen un sello que dice “MI”, la única forma que dejan de ser suyas; es cuando usted las vende o las regala, solo así pasarán a ser propiedad de alguien más. Así mismo son las enfermedades, cuando usted dice “Esta mi enfermedad no me quiere dejar”, usted automáticamente está confesando y apropiando de la enfermedad. Por ejemplo, frecuentemente algunas personas dicen ¡¡ Esta mi diabetes, no me quiere dejar !! ¡¡ Este mi cáncer no me quiere dejar !! o tal o cual enfermedad no me quiere dejar. Observe que usted automáticamente le está poniendo una firma de propiedad, así como cuando firma un documento de algo el cual adquirió; se firman los documentos de propiedad cuando compra o le dejan alguna herencia etc.
No se apodere de las enfermedades ni de las dolencias, Dios no quiere que usted esté enfermo, muchas veces se enreda cuando usa expresión “Esta mi enfermedad”.
Veamos que dice el libro de los proverbios.
Proverbios 18:20-21.
20 Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del producto de sus labios. 21 La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.
hablando de la lengua observe que dice Santiago 3:9-10.
9Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. 10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
Por ese poder que está en su boca y su lengua es que se apropia de lo que habla, así es que si quiere ser libre de esa enfermedad, de la cual usted se ha apropiado con el poder de su boca y de su lengua, así mismo puede renunciar a la enfermedad de la cual se ha apropiado. Empiece a confiar en Dios primeramente y luego renuncie y eche fuera de su vida toda enfermedad, renuncie a lo que no le pertenece, devuelva al enemigo cualquier enfermedad que le esté afectando, en el nombre de Jesús, que El vino para llevarse todas las enfermedades.
Isaías 53:4.
4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Amado lector, en este día le pido a Dios, que este mensaje le ayude y sea sano en el nombre de Jesús, ya no se siga apropiando de las enfermedades, quede libre de toda enfermedad en el nombre de Jesús.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
“MCDD” Una iglesia para toda la familia.
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