¿Alguna vez te ha pasado? que al salir de la iglesia, después de
escuchar un mensaje lleno de bendición y aprender todas las promesas y todas
las cosas bellas que Dios tiene para nosotros; ¡inmediatamente después de salir!,
antes de meterte a tu vehículo, algo pasa, por algún desacuerdo o algo que pasa
con nuestros hijos; se te olvida el mensaje de bendición que acababas de
recibir y se te viene todo abajo.
Eso es muy común en muchos de los que se congregan o no se
congregan en una iglesia, lamentablemente eso pasa muy a menudo, en todas las
iglesias del mundo.
Por lo regular le queremos echar la culpa al diablo, pero veo que
si fuéramos maduros y mas espirituales, y si estuviéramos consientes de lo que
se mueve dentro y alrededor de nosotros, no permitiríamos que nuestro enojo o
el problema nos robe la bendición.
Las sagradas escrituras nos hablan acerca del ladrón en el libro
de Juan 10:10.
San Juan 10:10.
10- El ladrón no viene sino
para hurtar y matar y destruir;
Pero se nos olvida y no ponemos atención a la otra parte del versículo
que dice:
yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan
en abundancia.
Nos concentramos en lo que dice que el ladrón vino a hacer, pero
no vemos lo que dice la siguiente parte del versículo que dice, hablando Jesús;
Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia.
Esta es la mejor parte del versículo y es en la que tenemos que
poner atención y tomarla para nuestras vidas, ya que casi siempre “tomamos lo
malo y desechamos lo bueno”.
Tendería que hacer lo contrario, “Desechemos lo malo y tomemos lo bueno”
En realidad nosotros mismos somos los que podemos ponerle un paro
a nuestra bendición, ¿cómo va a ser eso? ¡Es fácil!, ya que tenemos que vencer
las obras de la carne, especialmente cuando habla del enojo, las contiendas,
los celos, que por lo regular es de donde vienen nuestros problemas con
nuestros hermanos o nuestros conyugues.
No te has peguntado ¿Cómo
seria mi vida sin las obras de la carne?
Creo que es una lucha fuerte para los seres humanos sin Cristo,
pero nosotros los que ya tenemos a Cristo en nuestro corazón, tendríamos que
dejar las obras de la carne y concentrarnos en el Fruto del Espíritu, Gálatas
5:19-24.
19Y manifiestas son las obras de
la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20idolatría,
hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,
herejías, 21envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas
semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho
antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22Mas
el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24Pero
los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Aplicando las sagradas escrituras en nuestras vidas, son las que te darán
la victoria en Cristo Jesús,
Ese seria el consejo que viene por parte de Dios.”
“Deja las
obras de la carne y así no perderás nada de tus bendiciones”.
Bendiciones.
Apóstol y Pastor Luis Molina.
“MCDD” Una iglesia para toda la familia.
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