sábado, 16 de abril de 2016

¡Cumple lo que prometes!.



¿Como te has sentido cuando te prometen algo y no te lo han cumplido?
¿Has cumplido con lo que has prometido?

Cuando uno ha prometido y no cumple, queda un vacío en el corazón, que no nos deja en paz, y eso provoca en el corazón un estado de intranquilidad, porque uno se siente que ha fallado en su palabra, por lo consiguiente se escucha una voz interna que te esta acusando de haber fallado a tu palabra.

No eres el único que se ha sentido así ya que también hay una parte en las escrituras que a veces como seres humanos, hacemos promesas a Dios y cuando no las cumplimos esa voz interna es mas fuerte, se intensifica cada día mas, no nos deja tranquilos hasta que cumplimos lo que hemos prometido.

Las sagradas escrituras también nos hablan a respecto, leamos que es lo que nos dice en el libro de Eclesiastés 5:1-7

1- Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.
2- No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.  
3- Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio.
4- Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes.
5- Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.
6- No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?
7- Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios.

Lo vemos claro que Dios se desagrada de esas promesas que no cumplimos, por eso esta escrito esa advertencia, así es que si le prometes algo a Dios o alguien mas, es mejor que cumplas, porque de acuerdo a esta palabra hacemos mal, ya que queda ese vacío en el corazón de las personas a las que le hagamos la promesa, ya quedo pendiente de la promesa que se ha hecho por la palabra que ha salido de nuestra boca que tiene que llenar el corazón.
Tenemos que tener cuidado especialmente con los niños ya que son tan inocentes que les afecta grandemente y aun cuando sean grandes se recuerdan de lo que como padres no cumplimos con las promesas que hemos hecho, al igual que las mujeres y no digamos los hombre, vemos que a Dios también no le gusta que prometamos y no cumplamos.

¿Cual es el consejo? lo que dicen las sagradas escrituras en el libro de Eclesiastés capitulo 5:1-7, que si ofrecemos es mejor que cumplamos lo que hemos prometido, para no causar ningún daño en los corazones de las personas.

Bendiciones.
Apóstol y Pastor Luis Molina.
“MCDD” Una iglesia para toda la familia.


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