Entre la vida y la muerte.
Cada día que pasamos, estamos tan ocupados en diferentes actividades y no nos gusta pensar en tragedias, en enfermedades o la muerte. Nos concentramos en vivir felices de la vida, (Esto no está mal) no pensamos en la enfermedad, ni en la pobreza, mucho menos en la muerte. No nos gusta ver ni saber de noticias malas: Especialmente los jóvenes; nunca piensan que llegaran a viejos, ellos piensan que serán jóvenes y que tendrán la misma energía toda la vida; pero, los que ya hemos pasado esa edad, nos damos cuenta que hay largo camino por recorrer.
Pero al momento de llegar una situación en la cual somos sacudidos por una mala noticia en que alguien de la familia tuvo un accidente o la mala noticia de la muerte de un ser amado; esto nos sacude y hace meditar y pensar, que ¡hoy somos y mañana no sabemos!. Pero esto no quiere decir que perdamos el gozo que Dios nos ha dado. Todo esto es para hacernos pensar en qué tenemos que estar preparados para esas situaciones adversas que se nos presentarán y tendremos en la vida. ¿Estamos preparados para una mala noticia?.
Creo que casi nadie se prepara para este tipo de noticias. Por ejemplo, para cuando va a nacer un niño, nos preparamos y lo esperamos con tanta alegría, le compramos, infinidad de cosas y pensamos en todas las cosas que queremos para ellos. Pero nadie se prepara para esperar la muerte con alegría, ya que la muerte acarrea dolor y sufrimiento. Es ahí donde viene la preparación. Sabemos que la muerte es inevitable y algún día nos llegará o le llegará a un ser querido que ni nos imaginamos. ¿Cuál es la preparación? en primer lugar saber que Dios nos ha dejado instrucciones y que si estamos en Jesús; tendremos vida eterna.
San Juan 16:33.
33- Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicciones; pero confiad, yo he vencido al mundo.
San Juan 17:3
3- Y esta es la vida eterna: Que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien has enviado.
Vemos el consejo de Jesús para que estemos preparados, recibiendo a Jesús como nuestro único salvador: Él es quien nos ha dado vida eterna, para cuando ese momento doloroso de la muerte llegue, nuestro Padre. mandó a Jesús para que por medio de el seamos salvos y no nos perdamos.
Juan 3:16. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Esto es parte de la preparación y la esperanza que Dios nos ha dejado.
Pase la voz para alguien a quien no sepa, esto le ayudará a poner paz en su alma.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
MCDD. Una iglesia para toda la familia.
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