Domingo de ramos.

Domingo de ramos.
     Espero en este día que Dios derrame muchas bendiciones sobre ustedes.
Este día quiero hablar respecto al "domingo de ramos" como tradicionalmente, se le ha llamado. En realidad en las Sagradas escrituras no se le llama así: ¡Se le llama! "La entrada triunfal en Jerusalén" y si lo quiere confirmar, lo puede buscar en su biblia; y dependiendo de la versión que lea, encontrará que nunca dice Domingo de Ramos: Pero eso del nombre no le quita la importancia de lo que Jesús vino hacer por los pecadores. Lo encontrará en el Libro de San Mateo capitulo 21:1, en San Marcos 11.1, En San Lucas 19:28, en San Juan 12:12.
     Ahí encontrará la verdad de cuando Jesús hizo su entrada triunfal, en la cual miles de personas agitaban y movían palmas y ramas de árboles, para darle gloria  a Jesús y le decían:
Mateo 21:8-11.
8- Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus manto en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino. 9- Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! 10- Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste? 11- Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea.
     Note que todos los que le aclamaban ¡Hosanna Hosanna!. A los cinco días, o sea el siguiente viernes; todo ese pueblo le estarían gritando con sus voces de maldad: Crucifícale crucifícale. Vemos que la gente cambia sus deseos de un día para otro, ya que Jesús no se merecía que lo condenáran a muerte, siendo inocente. Pero todo esto pasó; porque se tenía que cumplir el propósito de Dios; y se cumpliera la profecía de la palabra de Dios, ya que por medio de la muerte de Jesús, nosotros, tuviéramos salvación y la vida eterna.
Por favor pasen la voz y no menospreciemos, la salvación ni la sangre de Jesús que por causa de nosotros, fue derramada.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
MCDD. Una iglesia para toda la familia, para exaltar y adorar a nuestro Señor Jesucristo.