No importa, qué tipo de tormenta está pasando en estos momentos, recuerde que: Cada tormenta tiene un principio y un fin; si se ha dado cuenta hay diferentes tipos de tormentas, hay pequeñas y hay muy grandes tormentas, también hay huracanes, que por su caminar, dejan mucho daño por donde han pasado.
Lo más importante al estar pasando la tormenta, es mantenerse confiando en un lugar seguro y para nosotros como cristianos, es mantenernos en las manos de Dios. recordemos que sin Dios, nada podemos hacer.
San Juan 15:4-5.
4- Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5- Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Después que la tormenta ha pasado viene la calma y se podrán ver los daños que esta tormenta ha causado, pero recordemos que todas las cosas materiales, se pueden recuperar y reconstruir, ya sea una casa, un edificio o cualquier negocio. Si estamos pegados a la mano de Dios, no importa lo que hayamos pasado, el nos dará la salida para seguir adelante y posiblemente lo que se reconstruye, quedará mejor y más bonito.
Si por el momento está pasando por momentos difíciles, como en una tormenta; afirmese en el Señor y tenga paciencia, ya que no hay tormenta que Dios no pueda parar y devolver la calma.
Para su consuelo en este día: Si Dios está con usted, nunca lo dejara ya que Él tiene un mejor propósito en su vida, no se rinda, después de la tempestad viene la calma.
Recuerde a los discípulos de Jesús, cuando estaban en la barca y los vientos los empezaron a azotar y se desató una gran tormenta: Ellos confiaron, que Jesús estaba con ellos, y cuando acudieron a Él, le habló a la tormenta e inmediatamente vino la calma. Recuerde que para Dios no hay nada imposible. San Lucas 1:37. Además el salmo nos habla de tener confianza en Dios.
Salmo 91:1-3.
1- El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del omnipotente. 2- Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. 3- Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora.
Vemos que Dios no dejará a los que le buscan: Así es que le animo en el nombre de Jesús, a que siga adelante ya que Dios está con usted.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
MCDD. Una iglesia para toda la familia.
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