martes, 12 de junio de 2018

El teléfono no tiene la culpa.





 El teléfono no tiene la culpa.
     He escuchado a muchos padres de familia, esposas, esposos, e hijos, Quejándose de los teléfonos inteligentes, las computadoras, las redes sociales, en fin de todo lo que tiene que ver con tecnología.
     Dios, ha capacitado a hombres y mujeres con inteligencia y sabiduría para poder inventar cosas y aparatos, que nos han servido para un desarrollo en toda la humanidad.
     Gracias a estos medios de comunicación, las personas se logran comunicar desde diferentes partes del mundo; en cualquier día y a cualquier hora, también son tan prácticos para poder encontrar cosas de las cuales uno no tiene conocimiento; en cualquier rama de la ciencia que usted quiera aprender, siempre habrá un tutorial, que lo guiará paso por paso al aprendizaje según su necesidad. En realidad es algo que ha revolucionado la ciencia en todos sus aspectos.
      El hombre tiene en sus manos la decisión de usar las cosas para bien o para mal, por ejemplo, muchas esposas se quejan de sus esposos porque solo en el teléfono se mantiene, todo el día y que por estar en el teléfono ya no les ponen atención, de igual manera hay muchos esposos con la misma queja; ya que le están poniendo toda su atención al teléfono o a la computadora; y es triste mencionarlo: Pero muchos padres y madres le dedican más tiempo al teléfono que a sus hijos, juegan todo el día con el teléfono, pero no juegan con sus hijos, suena el teléfono y dejan lo que están haciendo, por atender la llamada. Los hijos le hablan a los padres y nunca tienen tiempo para hablar con ellos, pero si tienen tiempo para hablar por teléfono. ¡Si piensa por un momento! estamos usando los teléfonos, computadoras y medios de comunicación para comunicarnos y conectarnos con todos los medios sociales: Pero estamos perdiendo la comunicación y nos desconectamos cada día más y más de nuestro hogar y de nuestra familia. La pregunta es: ¿Quién tiene la culpa, el teléfono o los humanos? Definitivamente somos los humanos, que no hemos aprendido a usar las cosas que Dios nos permite tener en la vida. ¡¡Imagínese, si no le damos tiempo y no tenemos una buena relación y comunicación con nuestra la familia; ¿Cómo podemos tener una buena comunicación y una buena relación con Dios?. Esto hay que parar de hacerlo, ¡No nos conviene!, es malo para nuestra familia.
     Es tiempo de pensar por un momento y empezar a ponerle más atención y dedicarle más tiempo a nuestros seres queridos, ya que cuando sentimos: Se pasan las horas, los días, los años y cada vez nos desconectamos y alejamos más de nuestros seres queridos; dicen las Sagradas Escrituras que hay tiempo para todo.
Eclesiastés 3:1-9.
1- Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2- Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado 3- tiempo de matar, y tiempo y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 4- tiempo de llorar, y tiempo de reír, tiempo de endechar, y tiempo de bailar; 5- tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar; y tiempo de abstenerse de abrazar; 6- tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7- tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar, 8- tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. 9-¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana.
     Seamos sabios y usemos las cosas para nuestro bien, no para lo malo. Demos el tiempo para Dios y también para nuestra familia; piense ¿Qué le trae más beneficio?. Mejor hagamos lo que más nos conviene.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
"MCDD" Una iglesia para toda la familia.















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