Si lo ponemos en nuestro lenguaje diario, sabemos que la ropa está limpia o esta sucia; un vaso limpio o un vaso sucio, ¿Si alguien le pregunta, ¿quiere tomar agua en vaso sucio o vaso limpio?, la respuesta inmediata será: Por supuesto, en un vaso limpio; y si le ofrecen tomar agua sucia o agua limpia, ¿cuál escogería?, por supuesto el agua limpia; igual pasa con la ropa y todo lo que usamos para nuestro cuerpo, ¡¡no hay como vivir en un lugar donde todo esté limpio!!: Así mismo Dios quiere nuestro corazón delante de El, por eso es necesario que tengamos un corazón limpio y puro delante de su presencia para poder agradarlo. El salmo 24 nos habla del corazón limpio.
Salmo 24:3-6.
3- ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? 4- El limpio de manos y puro de corazón, el que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño. 5- El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación. 6- Tal es la generación de los que le buscan, de los que buscan su rostro, o Dios de Jacob.
También en el sermón del monte, Jesús hablando con sus discípulos les dice:
Mateo 5:8. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
El corazón limpio, es apartarse de todo lo malo y de todo lo que no le agrada a Dios, tener una limpia conciencia, buscar todo lo bueno, todo lo puro, buscando hacer el bien y no el mal; de esa forma, podremos mantener nuestro corazón como de un recién nacido que aún no ha contaminado su corazón con la maldad.
Se que en este mundo, estamos rodeados de tanto pecado, crimen y maldad; es difícil mantener un corazón limpio y puro; pero no es imposible. Creo que si en realidad nos consagramos a Dios, sí se puede lograr, ¡Todo es posible si podemos creer!: Si queremos subir al monte santo y habitar junto con Dios, tenemos que limpiarnos de corazón para lograr los beneficios de los cuales hablan las sagradas escrituras.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
"MCDD" Una iglesia para toda la familia.
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