Son lamentables, los daños, que causan los huracanes, los cuales, afectan ciudades enteras y las vidas de las personas, en todo el mundo.
También, los tsunamis, que han causado grandes daños en diferentes ciudades, afectando así las familias, la economía de los residentes donde se dan estos desastrosas fuerzas naturales.
También, hay tormentas espirituales, por las cuales pasan las personas individualmente y las familias, más de algunas vez en la vida.
Gracias a la sabiduría, que Dios le ha dado a los hombres, los huracanes y tormentas, son detectados con tiempo y de esa forma se pueden, evitar grandes tragedias; pero a pesar de todo, a veces es imposible para los hombres evitar todas los daños, que causan estos efectos de la naturaleza.
En lo espiritual también hay tormentas, y si no se logran detectar a tiempo, causan mucho daño en las personas, familias, comunidades, iglesias y en el trabajo; la pregunta es: ¿De donde provienes estas luchas espirituales? veamos las sagradas escrituras.
Santiago 4:1
1- ¿De donde vienen la guerras y los pleitos entre vosotros?¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
Vemos, los pleitos y las guerra, que vienen, de las pasiones. ¿donde estan las pasiones?, las pasiones se encuentran en las obras de la carne que son:
Gálatas 5:16-17.
16- Digo pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne, 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
La carne es contra el Espíritu, ahí es donde se inician los pleitos y las contiendas,
El fruto del Espíritu es Gálatas 5:22-23.
22- Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad fe,
23-- Mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Las obras de la carne son contra el Espíritu, Gálatas 5:19.
adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas. Además dice que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Ahí es, donde se desatan las tormentas espirituales, que le hacen tanto daño a las personas, a los hogares y a la iglesia, ya que el Espíritu siempre está contra la carne.
¿Cual es la solución? Pues la respuesta es: dejemos las obras de la carne y vivamos más en el espíritu.
Si está pasando por una tormenta espiritual, la mejor solución es: Ir delante de la presencia de Dios, a doblar rodilla y pedirle que le de paz y le de la mejor, solución para calmar y vencer cualquier tormenta que se levante en contra suya.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
“MCDD” Una iglesia para toda la familia.