viernes, 21 de abril de 2017

¡¡Tierra santa es!!




Estas son las palabras que Dios le dijo a Moisés, pero, ¿sabe usted a quienes más les repitió las mismas palabras?
Pensando en estas palabras y al relacionarlo con el tema del día de ayer, me he puesto a pensar, que nuestro hogar lo tenemos que mantener en santidad, así como todo nuestro ser.Veamos qué le dijo Dios a Moisés.


Éxodo 3:1-6.
1 Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. 2Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. 3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. 4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. 5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. 6Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.


Otro personaje al cual Dios le repitió estas palabras fue a Josué, el que tomó el lugar de Moisés cuando se lo llevó el Señor, veamos.

Josué 5:15.
15Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo.


Si Dios le pidió a estos dos siervos que se quitaran las sandalias o el calzado de sus pies, quiere decir, que las sandalias o el calzado ha estado en contacto con tantas suciedades, que se pasan en el camino; Así mismo, como en este ejemplo, nosotros, tenemos que caminar, o sea caminar pero sin contaminarnos, imitar lo bueno y desechar lo malo.
Todos los días que salimos de nuestra casa caminamos por diferentes calles y terrenos, es ahí donde se contaminan nuestros zapatos.
Hablando espiritualmente, nosotros tenemos que fijarnos por donde caminamos y que es lo que pensamos, para mantener nuestra alma limpia o sea mantener limpio el templo del Espíritu Santo, que somos nosotros.
1 Corintios 6:19-20.
19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.


Creo que si sacamos toda la basura que afecta nuestra alma y nos quitamos el calzado de nuestros pies; caminaremos en una mejor vida, para poder así alcanzar todas las promesas que Dios tiene preparada para aquellos que quieran consagrarse y seguir a Dios cada día.


Bendiciones.
Pastor, Luis Molina,

“MCDD” Una iglesia para toda la familia.

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