¿Alguna vez en la vida se ha preguntado si cayó fuego del cielo, en alguna parte de la tierra en la historia de la humanidad?, y si fue así, ¿Cual fue la causa?.
En el tema de ayer hablamos de los gigantes que hubo en la tierra. Viendo las sagradas escrituras encontramos que sí es cierto que existieron; pero por causa de la maldad de los hombres Dios mandó un diluvio a la tierra, para exterminar a todo hombre ya que la maldad de los hombres había aumentado en gran manera..
Genesis 6:7
7Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.
Ahora bien, creo que como hombres y mujeres a veces se nos olvida las cosas que Dios quiere para nosotros, ya que pasaron muchos años después del diluvio cuando Dios había exterminado a los hombres en la faz de la tierra; De nuevo, vuelve a surgir la maldad de los hombres.
¿Qué fue lo que Dios hizo para exterminar a los hombres de las ciudades de Sodoma y Gomorra, donde nuevamente se había aumentado la maldad de los hombres?
Lo podemos leer en el libro de Génesis.
Génesis 19:24
24 Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; 25y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra.
Primero, Dios mandó un diluvio, después mandó fuego y azufre para exterminar a los hombres y mujeres de la ciudad de Sodoma y Gomorra. Vemos que eso fue una realidad no simplemente una historia, para leer y entretenernos.
En estos tiempos la maldad está de aumento en aumento; si ponemos atención a las noticias, veremos que nuevamente estamos cayendo en lo que sucedió en aquellos tiempos.
Dios nos viene hablando por los medios de comunicación, por diferentes personas, diferentes ministros, acerca de que la maldad está aumentando grandemente.
Nuestra obligación como ministros es hablar de parte de Dios, para que nos arrepintamos para que podamos guardar una esperanza de que podemos ser salvos de toda la destrucción que está por venir.
Apártese de la maldad y del pecado, toda persona, hombre, mujer, viejos o jóvenes.
Que vengamos a la única salvación que actualmente queda, se llama Jesucristo nuestro salvador y nuestro redentor; arrepintámonos, salgamos de todas nuestras maldades y cambiemos para que por medio de nuestro Señor Jesucristo podamos ser salvos de la destrucción que está por venir.
Bendiciones.
Apóstol y Pastor Luis Molina.
“MCDD” Una iglesia para toda la familia.
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