La limpieza de una casa o de cualquier otro lugar, es algo que se nota, especialmente si acaban de limpiar un lugar, es un olor a limpio que se siente muy agradable. Así mismo la ropa recién lavada, huele tan sabroso que nos causa una buena sensación.
Así mismo Dios quiere que tengamos un corazón limpio, para ser de olor grato delante de su presencia Así como la sensación que sentimos al oler algo recién lavado.
Salmo 24:3-4.
3- ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién entrará en su lugar santo? 4- El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño.
Vemos que los que estarán en el monte de Dios en su lugar santo necesitan de estar de manos limpias y corazón puro. ¿Cómo podemos estar limpios de corazón?
Si usted de verdad quiere ser limpio de corazón, en primer lugar tendrá que recibir a Jesucristo como su Señor y salvador, luego tendrá que perdonar a todos los que le han hecho daño en una u otra forma; de preferencia, si se puede acercar a la persona y pedirle perdón, ya sea personalmente, por teléfono, por carta etc. Si la persona ya falleció, le puede escribir una carta aunque después la rompa y la tire a la basura; porque es muy importante escribir y remitir sus cargas a Dios, que sabe todas las cosas. En lo personal yo lo hice, Le pedí a Dios que me recordara a todos aquellos que me hicieron algún daño y también a los que yo les había hecho algún daño. La forma en la que lo hice, fue: Tomé un pedazo de papel y lápiz, luego escrib´ todos los nombres de las personas a las que había ofendido o hecho algún daño, también escribí el nombre de todas aquellas que me habían causado algún daño y me causó dolor: Después de escribir los nombres, escribí lo que me habían hecho y lo que había sentido: Lo que experimenté fue una paz muy grande, ya que por esa confesión que escribí, sentí que salió una gran carga de mi vida; al principio me costó, pero en cuanto empecé a escribir, me empeze a sentir libre, por cada cosa que escribía y al mismo tiempo perdonaba y pedía perdón, lo presenté a Dios, para alcanzar su perdón y su bendición. Lo cual creo con todo mi ser que alcancé el perdón y perdoné a los que me habían causado algún dolor en mi alma.
Haga la prueba y sentirá que alcanzará perdón de Dios y se sentirá liberado de toda esa carga que no lo deja caminar en paz.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
"MCDD" Una iglesia para toda la familia.
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