miércoles, 5 de septiembre de 2018

La paz de Dios.


La paz de Dios.
     Hemos escuchado acerca de la paz, y sabemos que la paz, es un periodo de tiempo en el cual, no tenemos ningún tipo de contienda con nadie, o sea contra nuestro adversario. ¿Quien es nuestro adversario? Las Sagradas Escrituras enseñan que el diablo es nuestro adversario.
1 de Pedro 5:8-9.
8- Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
Pero también, a veces tenemos adversarios como nuestro cónyuge, familiares, inclusive hasta nuestros propio hermanos como le pasó a José hijo de Jacob.
Génesis 37:3-4.
3- Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores. 4- Viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían y no podían hablarle pacíficamente. (O sea en paz).
     Pero, veamos qué nos dice El Señor su palabra, para todos nosotros y la pongamos por obra.
Romanos 12:18.
18- Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
O sea, que está en nosotros el poder vivir en paz con todos los demás; leyendo las Sagradas Escrituras, hay un versículo impresionante, que en realidad, relata la Paz de Dios
Filipenses 4:7.
7- Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
     ¡¡A esto, se le llama paz!!; fíjese lo que dice: ¡Que sobrepasa todo entendimiento!, o sea que la paz de Dios nadie la puede comprender ni comparar, la paz de Dios: es indescriptible. Por eso cuando Pedro le pregunta a Jesús que cuantas veces se debe perdonar, Le contesta.
San Mateo 18:21-22.
21- Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿Cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? 22- Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
     La paz de Dios, es la que quiere para todos nosotros; y no se puede entender ni describir. De esa forma vemos que la paz de Dios, no es la paz que del mundo da.
San Juan 14:27.
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.
Conclusión: Aprendamos a vivir en paz con los demás, perdonandonos los unos a los otros y recibamos la paz de Dios en nuestra alma, mente y corazón.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
"MCDD" Una iglesia para toda la familia.

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