Gracias a Dios por el trabajo y por todo lo que puede obtener por sus frutos. ¡Pero! ¿qué hay de su salud y de su familia?.
El trabajo, es algo importante y necesario en la vida, la sagradas escrituras hablan del trabajo: Dios mismo trabajó en la creación, pero también descanso y aun sigue trabajando
Juan 5:17.
17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
El Apóstol Pablo hace una exhortación para los que no trabajan 2 de Tesalonicenses
2 de Tesalonicenses 3:10-12
10 Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. 11 Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. 12 A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.
Si ha leído con atención lo anterior, es necesario trabajar; ¡pero! el problema es, tanto hombres como mujeres, se afanan en el trabajo y descuidan a sus familias.
Cuando reaccionamos del descuido, vemos que hasta nuestro propio cuerpo sufre las consecuencias por la falta de atención, así mismo nuestro cónyuge e hijos: Por el exceso de trabajo y no dedicarles el tiempo necesario, nuestros cónyuges están propensos a una infidelidad, porque ellos necesitan atención, así mismo los hijos, por falta de atención, crecen con desórdenes emocionales, estando propensos a participar en cosas muy desagradables, de las cuales nos podemos arrepentir.
Dicen las sagradas escrituras, que no nos afanemos.
Mateo 6:25-26
25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Si usted es una persona que trabaja demasiado, que no le pone atención a su cónyuge y a sus hijos; en ambos casos, tanto el hombre como la mujer. Esta palabra es especialmente para usted, ya que si no toma el control, está expuesto/a, a una enfermedad, a una infidelidad por parte de su cónyuge, por lo consiguiente a un divorcio, la pérdida de su hogar y sus hijos.
Medite por un momento en esta exposición y dele más tiempo a su cónyuge y a sus hijos, recuerde que la vida es corta; está bien que trabaje, pero no descuide lo más valioso que Dios le ha dado, que es su familia.
Bendiciones.
Pastor Luis Molina.
“MCDD” Una iglesia para toda la familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario