viernes, 27 de julio de 2018

El enojo y la familia.



El enojo y la familia.
     ¿Le ha pasado que se, ha enojado por algo que no tiene que ver con su familia? ¿Y luego empieza a regañar a su esposa y sus hijos sin tener ellos ninguna culpa? ¡¡Si le ha pasado, bienvenido al mundo real: Eso quiere decir que usted es una persona que vive y aún está, aquí en la tierra.
     ¡¡Eso definitivamente no está bien!!: Pero como hombres y mujeres de carne y hueso; les ha pasado a miles de padres de familia. El problema es que cuando nos enojamos, a veces perdemos la razón y no medimos las consecuencias de cómo esto puede afectar grandemente, el desarrollo de nuestros hijos. Las Sagradas escrituras dicen "Airaos, pero no pequéis".
Efesios 4:26-27.
26- Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27-ni deis lugar al diablo.
     En este caso el enojo que he mencionado anteriormente, resultará en: Pecar contra nuestra familia y le damos lugar al diablo; para que pueda entrar y afectar a nuestra familia. Sembrando una raíz de amargura en ellos; y si no arreglamos la situación pidiendo perdón a tiempo, esto puede afectar a la familia y nuestros hijos por el resto de sus días. Dios no quiere que como familia estemos divididos, vemos que las Sagradas Escrituras también nos dice que no provoquemos a nuestros hijos.
Efesios 6:4.
4- Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
Esto nos enseña que esta bien que corrijamos a nuestros hijos, pero también nos dice que no los provoquemos a ira, actuando con ellos sin justicia, especialmente descargando con ellos, nuestro enojo por el que hemos pasado en nuestro trabajo o con alguien más.
     ¿Cual sería una de las soluciones?: Pensar y aceptar, que no tenemos porqué descargar nuestro enojo sobre ellos, por algo, que no tienen ninguna culpabilidad.
Como padres de familia: Pidamos a Dios con todo nuestro ser, que nos ayude y nos de sabiduría, para no provocar a ira a nuestros hijos; y no sembrar ninguna amargura en ellos, ya que cosecharemos lo que hemos sembrado. ¡¡Siembre amor y cosechará amor!!...¡¡Siembre ira y cosechará ira!!... En sus manos está la decisión.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
"MCDD" Una iglesia para toda la familia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario