¿Es usted una de las personas que no se alegra cuando van a la iglesia? sea de su barrio, o a la que asiste durante la semana.
Si usted es de las personas que se alegran cuando van a la la iglesia, lo felicito y lo animo a que siga adelante alabando y glorificando a Dios.
El término iglesia lo tengo muy claro, no es el lugar donde se reúnen las personas para adorar a Dios y aprender de su palabra.
Se que la iglesia es por la cual viene el Señor y que nosotros somos su iglesia: En esta oportunidad quiero referirme al edificio que visitamos durante la semana y en fin de semana.
Dicen las sagradas escrituras en el salmo 122:1.
Salmo 122:1.
1 Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos.
Esa tiene y debería ser nuestra actitud cuando vamos a (la iglesia), o al edificio donde nos congregamos, ya que la tenemos por casa de Dios.
Lamentablemente se ha vuelto una especie de club social, donde vamos a comunicarnos, convivir y relacionarnos con otras personas.
Muchos, van porque no tienen a otro lugar a donde ir, otros por obligación o compromiso, para cumplir con un privilegio, algunos para no sentirse culpables y pasar con eso en su corazón toda la semana, otros para criticar y murmurar acerca de todo lo que está pasando en la iglesia local, algunos porque están buscando una pareja para casarse o simplemente por pura compañía. etc. etc.
Si usted está entre ese grupo de personas, tenga cuidado, ya que no está agradando a Dios en ningún momento; porque ha perdido o esta perdiendo, el enfoque y propósito de llegar a la iglesia.
Nuestro enfoque y propósito principal, debe ser de alegrarnos de ir, adorar, alabar a Dios, con todas nuestras fuerzas, con toda alegría, con todo nuestro corazón, sabiendo que vamos a adorar a nuestro Padre celestial, creador de todas las cosas que existen y de todooooo, el universo, al Dios proveedor de todo lo que tiene, de su salud, de sus hijos etc, etc.
Aprendamos y hagamos todas las cosas para agradar al que nos da la vida, a nuestro Dios todo poderoso, digno de recibir toda la gloria y la honra.
Filipenses 2:14-16.
14 Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
Colosenses 3:23-24
23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
Jeremías 48:10.
10 Maldito el que hiciere indolentemente la obra de Jehová, y maldito el que detuviere de la sangre su espada.
Este verso es muy duro, porque nadie quiere alcanzar maldición, todos queremos alcanzar bendición, por eso es esta palabra, para redargüirnos y corregir si estamos haciendo algo que a Dios no le agrada. Gracias que El nos ama y nos habla a tiempo y fuera de tiempo.
Espero en Dios que esta palabra sea para edificación y crecimiento espiritual en su vida.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.
“MCDD” Una iglesia para toda la familia.
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