viernes, 10 de febrero de 2017

Sacudir el polvo de sus pies.


¿Qué es eso de sacudir el polvo de sus pies?. En la vida, a veces tenemos que sacudir el polvo de nuestros pies, ya que muchos no quieren escuchar de la palabra de Dios.
Jesús enseñando a sus discípulos les decía que si alguien no los recibiere o no quería escucharlos,  sacudieran el polvo de sus pies.
Mateo 10:11-14
11Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos quién en ella sea digno, y posad allí hasta que salgáis. 12Y al entrar en la casa, saludadla. 13Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros.
14Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
Se oye un poco fuerte, pero si Jesús lo manda, es mejor que le escuchemos y lo pongamos por obra, ya que se les está dando el privilegio de escuchar las buenas nuevas de salvación, para lo cual hemos sido llamados y escogidos.
¿Cual debe ser nuestra actitud antes de salir a predicar a las calles o por cualquier medio de comunicación?: Nuestra actitud debe de ser, venir delante de Dios en oración y pedirle que nos guíe y nos guarde, para que todo aquel que nos escuche, reciba las buenas nuevas de salvación: De esa forma se enteren de la gran bendición de recibir a Jesucristo como su salvador personal.
Cuando salga a  las calles, actúe en fe, sea valiente porque Dios está con usted, ya que le está mandando a cumplir la gran comisión, en la que está escrito en Mateo 28:19.
El deseo del corazón de Dios es que toda alma sea salva, por eso mandó a Jesucristo a morir usted y todas esas almas que están aún en tinieblas.
Mateo 28:19.
19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Salgamos, actuemos en fe, sembremos la semilla y roguemos a Dios que caiga en buena tierra.
Si las personas se convierten a Jesucristo gloria a Dios, pero si no le quieren escuchar, simplemente, apártese y sacuda el polvo de sus pies, si sucede lo contrario, dele gracias a Dios por esa alma nueva y encomiéndela a Dios, luego invite a la iglesia local o a otra iglesia, para que se instruya en la palabra y afirmarlo para Cristo.
De esa forma usted está cumpliendo y obedeciendo al mandato que ha sido llamado.
No tenga miedo, salga y actúe en fe, para lo gloria y honra de nuestro Eterno Dios, todo poderoso.
Bendiciones.
Pastor, Luis Molina.

“MCDD” Una iglesia para toda la familia.­

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