Como esta tu corazón, en este tiempo? a esta edad
que tienes hoy en este día, eres un joven o jovencita de 15, 20, 30, o mas de
50 años, de la edad que tengas como en realidad te sientes?
Las sagradas escrituras nos dicen en el
libro de Mateo 19:13-15
13Entonces le fueron presentados unos niños, para que
pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron. 14Pero
Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los
tales es el reino de los cielos. 15Y habiendo puesto sobre ellos las
manos, se fue de allí.
Creo que si volvemos nuestro corazón como niños para
Dios, experimentaríamos esa bendición de acercarnos a Dios como lo dicen estas
escrituras.
Conforme crecemos nuestro corazón va cambiando y se nos
pone un corazón de adultos, duro, lleno de prejuicios, incredulidad, pecado,
amargura dolor y ya no le creemos a nadie cualquier cosa que nos digan.
Si vemos un corazón de un niño ellos creen cualquier cosa
que les digamos y lo hacen porque todavía hay inocencia en sus corazones; es
así el corazón que Dios quiere que tengamos y le creamos ciegamente en lo que
nos dice, pero lamentablemente nos cuesta tener un corazón inocente lleno de
amor y sin prejuicios como el de los niños, El Señor Jesús nos da el ejemplo en
el siguiente capitulo 18:1-5
Mateo 18:1-5
1En aquel tiempo los discípulos
vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?
2Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, 3y
dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no
entraréis en el reino de los cielos. 4Así que, cualquiera que se
humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. 5Y
cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.
Vemos a la
luz de las sagradas escrituras, que Dios quiere que seamos como niños, pero en
nuestro corazón y no en nuestra forma de actuar, ya que conozco a muchas
personas de mas de 40 años con corazón duro actuando como niños, eso no es lo
que quiere Dios con nosotros, nuestras acciones y forma de hacer las cosas
deben de hacerse con madures y sabiduría de lo alto pero con un corazón de
niño, para que podamos agradar a Dios.
Si nos
enojamos con alguien, queda amargura en nuestro corazón, no como un niño que
los regañamos y al rato esta feliz con aquel que lo ha ofendido o regañando,
porque ellos perdonan y se contentan muy rápido, no como los adultos que
pasamos con dolor y amargura en nuestro corazón, y cuesta que nos perdonemos
los unos a los otros.
Reflexión, es
tiempo de que cambiemos nuestro corazón como nos dice el Señor Jesús para que
podamos entrar al reino de los cielos, que no sea corazón de piedra si no que
sea de carne como el de los niños, llenos de amor, perdón e inocencia.
Bendiciones.
Apóstol y
Pastor Luis Molina.
“MCDD” Una
iglesia para toda la familia.
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